Encuentre su olivar o almazara
Infografía de la Denominación de Origen
Argentina
Argentina es el undécimo productor mundial de aceites de oliva, ocupando el primer lugar en el continente americano. La producción nacional representa casi el 5% del total mundial.
El olivar se extiende por 110.000 hectáreas repartidas por todo el país, de las cuales el 50% se destinan a la producción de aceite de oliva.
Argentina produce cada año una media de 300.000 toneladas de aceitunas, de las que 230.000 se utilizan para elaborar 29.000 toneladas de aceite de oliva, se exporta entre 75% y 80%, en su mayoría a granel.
El olivo se cultiva en el país entre los 25° y 40° latitud sur. El olivo se considera un cultivo poco exigente en suelos para su desarrollo. Se desarrolla bien tanto en suelos calcáreos como en silíceos, pero requiere suelos profundos y bien drenados. El cultivo se desarrolla en clima templado cálido, con inviernos cercanos a cero grados. Los climas secos lo favorecen por la menor incidencia de enfermedades criptogámicas.
La época de la cosecha se inicia hacia fines del mes de Enero en la provincia de Córdoba y se prolonga hasta mediados del mes de Mayo. En el sur de la Provincia de Buenos Aires, la cosecha se extiende hasta fines de Junio.
Las principales provincias productoras son, en orden de superficie plantada, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan, Córdoba y Buenos Aires.
Catamarca: La producción olivícola en esta provincia es muy reciente; la edad de las plantaciones promedia los 10 años y de modelo de producción primera e industrial con la más moderna tecnología. La provincia es la principal productora de aceite de oliva del país con una superficie del 20% de las plantaciones de todo el país.
La producción se localiza en las regiones del Valle Central (Capayán y Valle Viejo), el Bolsón de Pipanaco (Pomán) y las zonas de altura (Tinogasta). Alrededor del 80% de las variedades cultivadas son aceiteras, entre las que se destacan Arbequina, Frantoio, Barnea y Coratina. El 20% restante corresponde a las de doble propósito, como Manzanilla y Empeltre.
La Rioja: La olivicultura se desarrolla principalmente en el departamento de Arauco, lugar de orígen del varietal homónimo de mayor difusión en el país. La Rioja concentra la mayor parte de la superficie (el 33,4%) plantada de olivares en el país. La Rioja se posicionó como la principal provincia productora desplazando a Mendoza.
Esta superficie creció considerablemente en los últimos diez años. El 50% de la producción es originaria del departamento de Arauco, y el resto se concentra en los alrededores de la capital provincial y en los valles de Chilecito y Famatina.
El 28% de la cosecha se utiliza en la elaboración de aceites de oliva. La principal variedad en toda la provincia es la Arauco, con 70% de la superficie plantada. El 30% restante son variedades como Arbequina, Manzanilla, Frantoio, Empeltre, Picual, Barnea y Farga.
Mendoza: El olivo es uno de los cultivos más destacados de la provincia. Su importante eslabón industrial elabora conservas y aceites de oliva de reconocida calidad. Las principales zonas de producción se encuentran en los departamentos de Maipú, Rivadavia, Junín, San Rafael, San Martín, Lavalle y Guaymallén. Mendoza representa el 20,5% de la superficie olivarera del país.
Las zonas de producción se caracterizan por tener un clima semiárido con escasas precipitaciones, debiendo complementar las necesidades hídricas de los cultivos con diversos sistemas de riego artificial como en las demás provincias del oeste argentino.
El 41% de la cosecha se destina a la producción de aceites de oliva, principalmente Arbequina, Arauco, Farga, Empeltre y Frantoio.
San Juan: La olivicultura en la provincia es una actividad económica de destacada importancia y tradición. El 60% de las plantaciones corresponden a cultivos menores a los 10 años de edad relacionados con los nuevos emprendimientos diferidos, y el resto corresponde a olivares tradicionales de más de 25 años de antigüedad. San Juan representa el 17% de la superficie olivarera del país.
Posee un 60% de variedades aceiteras como Arbequina, Picual, Hojiblanca, Frantoio, Barnea y Empeltre, 22% de aceitunas de mesa de la variedad Changlot Real y 19% de variedades de doble propósito como Arauco y Manzanilla.
Córdoba: En la provincia, la superficie cultivada alcanza las 6.000 hectáreas. En general, se trata de plantaciones de más de 25 años que mayormente producen conservas y aceites de oliva orgánicos, ya que el 60% de esta cadena de valor en la provincia se encuentra bajo certificación orgánica.
Las principales variedades implantadas se reparten entre el 70% destinado a la producción de aceite de oliva (Arbequina y Frantoio) y el 30% destinado a la producción de conservas (Manzanilla, Arauco, Nevadillo, Farga, Empeltre y Ascolano).
Buenos Aires: La zona olivícola se encuentra en el sudeste de la provincia, donde la superficie implantada supera las 3.000 hectáreas, con olivos de más de 40 años en el partido de Coronel Dorrego donde se elabora aceite de oliva orgánico certificado. El 80% de dicho aceite se destina a exportación. La variedad Arbequina es la más abundante, también hay presencia de Frantoio, Nevadillo, Picual y Changlot.